¡Es la tecnología, estúpido!

[dcondeminas]

(Unos apuntes sobre la TV digital europea, pero que pueden servir para reflexionar sobre el futuro de la TDT o TDA en Latinoamérica)

Si durante muchas décadas, el protagonismo casi indiscutible dentro del sector audiovisual era el contenido, la digitalización primero y la conectividad después han llevado y siguen llevando importantes cambios. Lo que acabo de decir casi es una obviedad, lo sé. El problema radica en cómo sectores de la industria, que provienen de modelos de difusión provenientes del siglo pasado, responden con éxito al reto.

El consumo televisivo en línea sigue siendo muy importante, pero se le están sumando dos problemas íntimamente ligados a los cambios tecnológicos antes mencionados. El primero, la entrada en la pantalla del comedor -aquella que solamente se conectaba para ver la tele y ocasionalmente VHS o posteriormente DVD- de las plataformas OTT que todo el mundo conoce. La segunda, que las nuevas generaciones han abandonado el consumo lineal. Lo hace años de "a ver qué hacen en la tele" es inimaginable con unas personas jóvenes -o no tanto- que quieren ver lo que quieren ver en ese momento y allí donde estén.

¿Y qué pueden hacer las televisiones para responder con éxito y no languidecer y convertirse en una oferta únicamente atractiva para las franjas de edad más avanzadas?

Cruzando los Pirineos tenemos una reciente experiencia con la plataforma Salto, que agrupa a los principales grupos televisivos privados y públicos franceses. Además de ser una OTT que cuenta con algunos contenidos exclusivos respecto de las parrillas televisivas, ha hecho una clara apuesta por la TV híbrida, el HbbTV, facilitando el acceso directo desde un canal específico de la TDT.

Así, además de las opciones de poder volver a ver un contenido desde el inicio aunque ya esté en emisión o recuperar programas de los últimos siete días -el catch-up-, permite ir a un entorno de selección de contenidos -incluidas recomendaciones y búsquedas inteligentes- idénticas a las grandes plataformas que todos tenemos en la cabeza; es decir, mucho más allá de los menús a la carta de los portales televisivos en internet. ¿Esto significa competir en pie de igualdad? No. Quiere decir ser complementarios para no acabar siendo residuales.

Encontraríamos otros ejemplos en el resto de Europa, algunos con bastantes años de recorrido, como la plataforma Freeview Play británica. En todo caso, volviendo a Salto, su apuesta decidida por la pantalla doméstica responde a una estrategia de todo el sistema televisivo francés, que quiere dar el salto al 4K y reforzar la oferta interactiva que ofrece el HbbTV. Un 4K que bajo los Pirineos sólo lo encontraremos en pruebas piloto y gracias.

Los ingresos también dependen de las apuestas tecnológicas

La televisión, como servicio audiovisual gratuito, vive en gran parte de la publicidad. Hace poco se celebraba en Barcelona la 25ª edición de las Jornadas del Cable y la Banda Ancha en Cataluña, organizadas por CECABLE. Unas jornadas que se han convertido imprescindibles para saber dónde estamos y donde podríamos ser. Su director, Joan Francesc Fondevila, destacó la plataforma de la TV híbrida como "máximo exponente" de la exigencia de una mayor interactividad en los servicios vinculados al consumo audiovisual. Unos servicios de los que Fondevila apuntó la evolución que se prevé: "más posibilidades de diálogo con las marcas, más personalización, y por tanto, más rendimiento de las inserciones"; inserciones publicitarias, se entiende.

Como ya hemos comentado en anteriores artículos sobre el HbbTV, a diferencia de las emisiones convencionales de la TDT, los spots publicitarios aquí pueden ser personalizados e interactivos, lo que permite a las corporaciones televisivas ofrecer, desde dentro de su programación, un tipo de formatos y de campañas dirigidas a targets muy concretos que hasta hace poco sólo podían insertarse en las plataformas en línea. Por lo tanto, acceder directamente una parte del pastel publicitario que crece y crece, y que quedaba fuera del entorno de consumo donde las cadenas televisivas siguen siendo muy potentes: ver su programación ante la pantalla principal del hogar, sea en directo oa demanda.

Seguro el próximo simposio internacional que celebrará la asociación HbbTV en París, a finales de noviembre, servirá para saber cómo piensan afrontar las grandes televisiones europeas lo que está por venir. Lo que podría ser la última década en que las antenas en las azoteas y tejados sirvan todavía para poder ver contenidos audiovisuales. Y la catalana TV3 -que es miembro desde la creación de esta asociación- veremos en qué situación de gobernanza y de previsión presupuestaria se encuentra en aquellas fechas.

(Enlace al artículo original, que incluye algunas reflexiones específicas sobre Cataluña: https://comunicacio21.cat/opinio/es-la- ... ondeminas/)